20.30h. Anoche dormí bastante, pero el amanecer fue de frío glacial. Hice planes al desayuno con la biopareja y Vicent (Ontinyent) para ir al Ibón de Estanés (1.777m). ¡Qué acierto! Necesitaba hacer algo pero a ritmo suave, por precaución (por lo de ayer), y me vino de lujo.
En coche hasta un tramo + allá de Guarrinza (10.30h.) y andando por pista, siguiendo el río Aragón Subordán: ¡qué salto de agua!
hasta Aguas Tuertas (1.642m), ¡qué panorama!, Urbía queda desmerecido. Inmensa pradera con meandros de libro, vacas, caballos, alimoches (me llevé una taba de vaca). La biopareja va tan lenta que + bien parece estar de visita por los pasillos de un museo.
Luego el asunto va subiendo entre crestas, precioso, y al final (1.989m) se gira a la izquierda y... allí está, abajo, el lago.
Estos 3 ya no quisieron bajar a la orilla y se quedaron a comer con vistas desde el palco. Yo bajé y, al trote trotón, me fui a buscar un camino para rodear el ibón. Y fue de lo mejor: orilla, subida a Mallo de Espelunga (1.825m.) con caída en barranco (pas d´l´Echelle: preciosa senda que baja por donde se podría luego enlazar por el Puerto de Gabedaille para volver). Orilla nordeste con praderas, ovejas, caballos y excursionistas adolescentes bañándose y tomando el sol (por el lado francés hay carretera casi hasta el mismo ibón).
Orilla sudeste GR11 en un continuo sube y baja entre rocas y barrancos.
Al llegar al punto de partida ya no estaban, así que seguí la carrerita y pronto los pillé bajando. Al llegar al Rincón de la Rolla me descalcé y anduve con los pies en el agua helada del arroyo. Por cierto, el tiempo perfecto entre brisa fresca, calorcito del sol, fresquito a la sombra... Disfrute total del paseo. Al llegar al refugio bajé solo para ver desde arriba la caída de "El Salto", impresionante con la Sierra de Atxerito al fondo.
Y luego atajé bajando monte a través. Al final la biopareja se despidió camino de Ordesa, y yo ya me doy por satisfecho de lo hecho y visto aquí. Mañana me voy. Por cierto, desde que acaba la pista no valdría la pena ir en bici, demasiado incómodo y accidentado. De vuelta a las 18.30h. Vamos, 8 horitas de paseo y trote, fenomenal. Y de premio, lechuga. Con el atardecer de nuevo viento helado. En el monte no había esta ventolera, debe ser sólo en esta área de acampada. Definitivamente, me voy.
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