22.4.07

III Aloñako Igoera 22/04/07

15,5km (2.200m desnivel acumulado), mucho calor.
Aloña es la sierra que se ve desde el balcón de la casa familiar donde nací. Me trae muchos recuerdos y es para mí algo especial esta preciosa carrera que no me pierdo desde su primera edición.
El ambiente en la plaza antes de salir, el recorrido, los cientos de paisanos animando sin cesar a lo largo de toda la falda hasta la cruz, la durísima y vertiginosa bajada, la llegada al pueblo y la entrada triunfal, te sientes un héroe recién llegado del campo de Marte.
Estoy en buena forma y este año me estreno como veterano. Me gustaría hacer una buena carrera como otras veces. He llegado temprano para calentar tranquilo y disfrutar del pueblo. La gente va llegando y el ambiente se anima. Vamos a ser unos 250 valientes. Casi saliendo me encuentro con Jaio y me coloco detrás. Salimos:
Voy adelantando poco a poco, que apenas hay sitio. Pasamos el puente de la circunvalación y subimos estrecho hacia Garagaltza, donde hay bastante gente animando y ya puede uno irse colocando. Rápida bajada por asfalto para que quede claro que los dos primeros kilómetros no cuentan: vuelta a empezar.
Cruzamos un prado y ya enganchamos la pista de tierra, más seca que otros años (nos espera buen calor allí en lo alto). Y todo para arriba. Algunos tienen ya que ir andando. Yo sigo adelantando a mi aire, reservando un pelín y sin parar de correr:


Antes del km 5 llegamos a Urtiagain. Ambiente increíble, lleno de gente animando. Cogo agua y me mentalizo. Si hemos subido 250m en 3km, ahora tocan 430m en 1,5km. La primera rampa, llena de gente, mortal. Todos andando y apoyándose en las rodillas (o ayudándose con bastones). Unos tramos de arboleda y sin más toca trepar ladera arriba hacia Belar. Sol de justicia y hierba bien cuidada por el ganado.
Desde aquí hay ya gente hasta la cruz, cientos de personas jaleando, algunos tienen copia de los participantes y al ver el nº de dorsal nos animan a cada uno por su nombre, esto es una fiesta montañera de todas las edades. Subo ligerito siguiendo la pisada del de delante, aquí no se hacen diferencias.
Llegamos por fin a Belar en un pasillo que parece de tour(malet). Estés o no fundido parece que te suben en volandas. Botellita de agua y paso de comer, no estoy para digerir nada. Quedan algo más de 300m a subir en 2km y pico. La subida es ahora cresteando y la vista hacia el valle es espectacular.




El primer tramo consigo correr a ratos, pero a la altura de Lizartza vuelve a empinarse definitivamente. Pongo buena marcheta, sudando y jadeando, y por fin coronamos Gorgomendi en loor de multitudes:

Otro tragito en la cruz, impresionante la vista con el pueblo allí abajo, parece mentira que vengamos desde allí, y encima hay que volver (¿no vale en parapente?). He tardado 1 hora y 5 min., igual que el año pasado.

Vamos allá. El tramo más bonito de bajada, hasta Belar. Peligroso por la velocidad, mucha concentración, no es muy técnico así que aguanto el tipo:


Esta es la bajadita desde la cruz hasta Belar:

Y desde aquí empieza el verdadero calvario. Hay que bajar a saltos y frenando, las piernas se cargan mucho, contractura en la espalda, soy poco técnico y tengo miedo de cargarme un tobillo, goteo continuo de corredores que me adelantan, dan unas zancadas enormes y apenas tienen que frenar.
Por fin nos acercamos a Urtiagain, giro a la derecha, entramos de nuevo en camino y arbolado. La inclinación es mucho menor y al fin podría estirar las piernas y correr un poco + cómodo si no fuera porque:
1) las piernas son de madera y alargar zancada es imposible;
2) estos caminos solitarios hacia Berezao están llenos de pedrusco mojado, zona umbría y húmeda, todo resbala.
Y al fin, tras el inevitable barrizal de cada año (¿lo pondrán adrede para que nos vean rebozaditos al llegar?), salimos al asfalto (y aunque parezca mentira sólo deseo parar, me duele la espalda de tanto frenar) justo cuando las piernas ya "no pueden". Cagüen zotz, si es subida porque se sube, si es bajada porque o frenas o te la pegas, y si es llano porque se acabaron las pilas.
Entrada por el campo del Aloña Mendi, Zahor, Altzibarralde, Atzeko Kale y al finnnn, meta a la vista:
Dolor y felicidad.
Tiempo: 1:38.27 (parecido a otros años).
Puesto: 89º (10º veterano) (10º oñatiarra).
Qué dura y bonita es esta carrera. Degustación en la plaza (fruta, dulces, aquarius), me siento un poco...


...y luego ni me puedo levantar para saludar a Iván, Irene y Alex.
Calambres (yo lo llamaría descargas), piernas como palos, talón reventado, imposible estirar. Intento andar suave y recogo la bolsa del corredor (la camiseta chula me la habían dado antes de salir por si nos la poníamos).
En fin, me esperan unos cuantos días de bajar escaleras una a una y con apoyo, pero feliz. Deseando repetir.

16.4.07

II Cross Alpino 10 fuentes La Granja 15/04/07

Mañanita espléndida. Quedo con Nacho y Pedro para ir juntos a tierras segovianas. Ya en La Granja recogemos el dorsal en la plaza, visitamos el bar, vemos el ambiente...

y como ya calentaremos por el camino, + bien nos dedicamos a charlar para calmar los nervios:

Al fin llega la salida; por delante tenemos 21km y medio para hacer el cabra.


Nada + salir del pueblo divisamos las primeras rampas...


pero estamos con el ánimo a tope.


Y es que no hay prisa, yo vengo a disfrutar, a acompañar a mis compis y a no quemarme demasiado, que el domingo que viene tengo mi cita anual en Aloña.
Si ya en las primeras cuestas no tuvimos reparo en ir andando, no te digo nada cuando llegó el espectacular cortafuegos (+ 1.500m altitud):
Preciosa panorámica de La Granja (ancha es Castilla), y al fondo se ve perfectamente Segovia. Bueno, como Pedrito se estaba quedando 1 poco atrás (es que en cola hay + chicas y él es muy educado), bajé un trecho para animarle y darle algún empujoncito.

Luego tiré para arriba en busca de Nacho y llegamos juntos a la Fuente del Infante (1.820m). De la misma fuente nos daban vasos de agua helada. Se acabaron los bosques, y aquí arriba hay viento fresco, arriba se ve nieve...


Así que decidimos esperar a Pedro y afrontar juntos lo que pudiera venir.

Seguimos subiendo. Unos pastos preciosos de altura. Y fue comentar que sería buena idea venir por aquí otro día en bici, y al momento los senderos empezaron a ponerse impracticables. Nieve que se mezcla con matorral bajo, caminos invisibles, resbalones continuos, y así hasta el Puerto del Reventón (2.039m). Frío, viento, y ¡qué bonita la caída hacia Rascafría! A partir de ahora seguiremos la cuerda hacia Peñalara.

Todo es un continuo sube y baja. Para subir es difícil apoyar la planta sin que resbale, y bajando está peligroso, con la nieve nunca sabes si estás pisando en camino, en arbusto, en roca... Me adelanto 1 poco, intento localizar las señales de itinerario y voy adivinando el trazado para que mis compis troten bien orientados, que aquí no puedes despegar el ojo del suelo.

Corredores se ven muy pocos, todos vamos muy desperdigados y medio perdidos, así que navegamos fenomenal los 3 juntitos. Bueno, allí delante se ve Peñalara, impresionante, cuando lleguemos al pie bajaremos por la derecha.

Tranqui, tranqui, Pedrito puede con todo; y no había pasado en su vida del 10.000 en ruta:

Esto es 1 equipo, el explorador abre la vía, saca las fotos, y los demás contentitos al tran tran:

Al fondo Rascafría, mientras Nacho negocia el paso entre nieve, piedras, barro y arbustos traicioneros
Voilà el jefe de la expedición en Los Neveros (2.100m), estropeando la excelente vista de Peñalara. Ya nos vamos para abajo si encontramos las señales:
La primera parte de la bajada era durísima, fuerte bajada entre roca y nieve, muy peligrosa y cargante para las piernas. Así hasta que llegamos de nuevo a la zona arbolada, donde se podía correr + seguido a ratos. Cuanto + abajo + fácil, pero la bajada es eterna y las piernas se notan ya cargaditas. Cruzamos un riachuelo sin puente, y ya con los pies encharcados nos vamos estirando. ¡Pedro, que viene el lobo!

Cuando al fin vamos entrando en el pueblo, ya callejeando, pretendo ir compartiendo con Nacho las eufóricas sensaciones de la gesta que estamos concluyendo, pero... el muy mal educado ni contesta. Le miro, y... es que no le queda resuello. Nada hombre, ponemos el piloto automático y pronto divisamos la línea de meta. Ahora sí que la alegría se desborda...

Y a los pocos minutos recibimos a Pedro como se merece, a lo campeón:

Y a recuperar y comentar la jugada. Con estas chicas habíamos compartido muchos tramos, así que había que charlar de nuestras cositas...

Y ya + relajados, a calentarse 1 poquito al sol:

En fin, pues 3 horitas de aventura y 1 experiencia memorable. Hay que repetir carreritas de éstas. Hasta la próxima.