23.5.10

10km HM Boadilla


Todavía intentando adaptarme a la primavera. La alergia me tiene incómodo, mis horarios de entreno del mediodía empiezan a ser incompatibles con estos calores... Aún así conseguí al fin una semana de entrenamiento bastante normalizada. Han sido 71km:
lunes: 14km a 4:26 / gimnasio
martes: 3x(3x300m) r1´/4´ (10km)
miércoles: 14km a 4:26
jueves: 13km fártlek a 4:38 (10x90´´ r2´)
viernes: 10km a 4:29
domingo: 10km HM Boadilla 38:24 (14ºM40)
Los rodajes normales deberían ser algo más lentos, a ver si dosifico mejor.


La carrera dominical ha estado muy chula, por caminos habituales de entrenamiento. Gran ambiente con mucha gente conocida y calor de lo lindo. He ido con Iván, que está de visita este finde. Los primeros km eran por los suaves toboganes de la Avda. Montepríncipe. Salí sin reloj, con música, y con la intención de ir rapidito pero sin forzar. Y, como siempre, al poco me doy cuenta que volví a empezar demasiado rápido. Pero llega la cuesta abajo, se entra en el bosque, y va uno animado sin remedio. La carrera va ya estiradísima, y a mi alrededor sólo unos pocos, con lo que todo es ir deprisita guardando compañía.

Pasado el árbol caído llega el km5, así como el avituallamiento. Al poco, el brusco giro a izquierdas. Empieza la famosa cuesta de más de 2km. El desnivel no es fuerte, los pinos y encinas hacen de este sendero una zona bonita. Todo muy bucólico si no fuera porque se aborda ya quemadito de fuerzas. Así que, aún al tran tran, se hace muy muy largo. Y cuando se corona para seguir el camino de la valla, mayormente favorable, está uno ya tocado y con pocas fuerzas para acelerar. Así que ahí, manteniendo distancias, hasta llegar a zona de meta. Esta vez sí, un sprint en condiciones adelantando, y un bonito final en 38:24 (14ºM40). Le deben faltar unos 200m para los 10km.

Poco a poco va llegando la gente, Iván entra en 45min, luego de paseo para volver al pueblo... en fin, una preciosa mañana atlética.

12.5.10

Medio Maratón de Albacete 09.05.10



Me acerqué en tren a Albacete y allí esperaba mi amigo Carlos. Cena en un italiano con su hermana Henar y a dormir. Tempranito estábamos en zona de salida. Día espléndido para correr: nublado, ni frío ni calor, leve airecillo. Llegaron Luis y Juanjo, también Aranzábal, y a calentar. Gran ambiente atlético. Me coloco con Luis para salir, pues llevamos un ritmo similar.

La salida es multitudinaria, rodeando un gran parque. Cuesta un poco irse situando, pero establecemos desde el principio nuestro ritmo de crucero: 4min/km. Enseguida salimos para la primera de las 2 grandes vueltas. Voy siempre atento a Luis: es un ritmo que él debe intentar y que a mí también me conviene. Y todo va bien... hasta que vemos por delante a Juanjo, parado. El isquiotibial no le deja ir rápido, una pena. A duras penas se reincorpora con nosotros, un ritmo mucho más llevadero para él. Al poco también se nos presenta e incorporamos a Santi Barallat, al que conocíamos del foro. También le conviene este ritmo "cuatrero", pues en sólo 2 semanas le espera el maratón de Edimburgo. Y así vamos completando la primera vuelta, un poco al relevo, otro poco en paralelo, siempre a 4min/km.

Las zonas de avituallamiento son muy frecuentes, así que bebo cada dos. El recorrido es bueno, bastante llano, si bien hay pocas zonas con gente animando. La segunda vuelta comienza en el km11. Vamos casi siempre en pequeños grupos y ni me doy cuenta cuando Luis se queda algo atrasado. Al principio le espero, haciendo un poco la goma. En el paseo de la estación Santi me pregunta qué tal. Bien, le contesto. Nos acercamos al km15, y como empieza a encontrarse bien parece decidido a apretar un poco. Muy pronto para mí; no me fío de mis castigadas piernas, no en vano apenas pude entrenar las 2 últimas semanas desde la matada de Aloña.

Pasamos el km15 un poco por debajo de la hora. Muy bien, no hay porqué apretar. Miro hacia atrás y veo a Luis, con Juanjo, bastante cortado. Me descuelgo del grupo y hago ademán de esperarles. Venía decidido a acompañar a Luis, convencido que hoy le podía salir una gran carrera. Pero lleva compañía de lujo, así que tampoco le hago mucha falta. Total, que viéndome en tierra de nadie decido regresar con los de delante. Me cuesta un pequeño calentón, y al tiempo Santi va también acelerando, con lo que decido no seguirle. Sigo a mi ritmo, con unos y otros, hasta el km17-18. Al alcanzar a una atleta que iba sola y sufriendo decido quedarme con ella y animarle un rato, así yo también recupero pulsaciones. Le digo que se me pegue detrás y no piense en nada, que yo la llevo a ritmo y que ya queda poco. Y así vamos un ratillo.

Pero en el km19 se va quedando y, como ya queda poco, ahora sí decido esforzarme para no perder la media "cuatrera". Así que hago los 2 últimos km "poco accel." ó "poco piu mosso", como pone en las partituras musicales, acelerando poco a poco. Empieza a llover suavemente, qué gusto. Voy adelantando a unos pocos, y para cuando me quiero dar cuenta ya estoy en la fuente que anuncia la recta final en bajada. Sprint y esta vez sí, bonita llegada con alfombra roja y multitud de público, entre ellos Henar que me anima a gritos. Ala, buena carrera (1:24:15 / vel. media 4:00/km / 18ºvetC).

Espero a Luis, al que veo entrar al poco con cara de sufrimiento (MMP). Con él llega Juanjo, visiblemente cojeando. Nos vamos hacia el pabellón a recuperar. Me acerco a la amplia zona de masaje, donde charlo un rato con Carlos. Que no le ha salido la carrera que quería, dice, pero ha peleado un excelente 1:20. Apenas podemos compartir mucho más porque me vuelvo a Madrid con Luis y Juanjo, que tienen prisa.

Mis mejores deseos para Santi, al que he visto en forma cara al maratón de Edimburgo. Espero que coincidamos con frecuencia en próximas carreras.
Mi agradecimiento a Henar, que tan amablemente me acogió en su preciosa casa.
Un fuerte abrazo a Carlos, que me invitó a esta carrera. Buena excusa para pasar juntos unos raticos, siempre escasos.
Y "last but not least", gracias a Luis y Juanjo por traerme de vuelta a casa en un agradable trayecto en el que, entre otras cosas, se habló mucho de... ¡Frankfurt!

11.5.10

Lullaby (J.M.G. Le Clézio, 1970)


Un matin du mois d’octobre, Lullaby décide de ne plus aller en cours. Elle écrit à son père, glisse dans un sac quelques objets et, empruntant le chemin des contrebandiers, part en direction de la plage. Un petit garçon qui revient de la pêche, une jolie maison grecque, mais surtout le soleil et la mer remplissent ses journées d’ivresse et de liberté. Un jour, pourtant, il faut revenir à l’école. Qui donc voudra croire à son étrange voyage ? Une rêverie adolescente lumineuse et poétique, une héroïne en quête de liberté.