6.10.12

39. BMW BERLIN-MARATHON am. 30 September 2012

Aquí estuve hace 5 años. Esta vez he tenido un poco más de tiempo para disfrutar de esta ciudad entre carreras, paseos, currywurst, charleta, bici y cervezas, todo gracias a la fenomenal compañía y hospitalidad de David G. Granda. Gracias, chaval.


La salida en el Tiergarten es espectacular, miles y miles de atletas entre la Puerta de Brandeburgo y la columna de la diosa Victoria. Me coloco con mucha antelación al frente del cajón C (2:50-3:00h). Aún así, el tapón es importante y los primeros 2 kilómetros me salen a 4:20/km.


Hasta el km 6 no tuve la sensación de poder correr un poco a gusto, entre tanta gente. Aún así, desde el km3, casi sin querer, empecé a correr a 4:00 (km 5 20:41). Y luego, a 3:57 (km 5-10 19:46). La inercia del grupito de gente con el que iba me arrastraba. Sabía que jugaba con fuego, pero también era mi momento feliz. Me gusta notar que estoy en competición, esforzándome, corriendo. No soy un buen maratoniano. Me desespera el aburrimiento de tener que guardar y guardar fuerzas para el futuro.


Entrené muy bien y a gusto este verano. He llegado a Berlín en un gran estado de forma gracias a Juan BtR, que ha dirigido mis entrenamientos. Habíamos decidido que el ritmo adecuado podría ser 4:05/km. Pero no había manera. Cuando vi que me estaba adelantado demasiado, intenté frenar un poco, pero los km salían todavía a 4:02 (km 10-15 20:08).


Música, baile, público, la animación en este maratón es constante y espectacular. El bullicio no cesa un solo instante. Al fin consigo controlar mejor el ritmo y del km 15 al 20 corro a 4:05 (20:27). Cruzo el medio maratón en 1:25:32, un parcial idéntico al último maratón de Donostia. Pero no era el mismo caso, allí sí había mantenido una velocidad regular toda la primera parte.
Saludo a David, que anima efusivamente, y al poco empiezo a notar malas sensaciones. Dolor en la planta del pie, en la cadera, las suelas queman, empieza a faltar fuerza en las piernas, la zancada es más dificultosa... ay ama, si todavía queda casi la mitad. Los km empiezan a salir a 4:10 y paso por el km 25 bastante fastidiado (km 20-25 20:43). 
Me chupo un gel y bebo agua. Cada 2,5km bebo un vaso entero, una vez powerbar otra agua. La humedad es un poco alta, la camiseta está empapada de sudor y hubiera preferido un día algo más nublado y fresco. Pero esto no es a la carta, y tampoco es como para quejarse.


Como el asunto va inevitablemente a peor, dejo de mirar el crono. Son los peores (que no los más lentos) momentos de la carrera. Me concentro en buscar un ritmo, sea el que sea, que me resulte llevadero para poder aguantar la ristra de km que quedan por delante. Intento disipar los pensamientos negativos, esos que me susurran que coja el metro y lo deje para mejor ocasión, esos que me instan a no volver a correr jamás otro maratón, a no volver a pasar por semejante calvario. Al fin paso por el km 30 (21:27 del 25 al 30). El ritmo ha bajado a 4:17 - 4:18/km. Uf, podía ser peor. Me tomo otro gel. Venga, vamos.
Empiezo a notar que me encuentro mejor. Eso me levanta el ánimo, y visualizo los 12km que me quedan con más decisión. La idea ahora es volver a incrementar el ritmo poquito a poco. Suelto un poco la zancada, adelanto algún corredor por vez primera en mucho tiempo, y... ay, el isquio. Aviso de contractura. Nada de alegrías. Para poder seguir corriendo no tengo más remedio que acortar la zancada a ras de suelo, pisar con suavidad, evitar los giros y, por supuesto, nada de cambios de ritmo o acelerones. Al menos así me mantengo. Km 30-35 21:29.


Vamos ya hacia el centro por avenidas principales, la Filarmonía, Postdamer Platz. David se mete en la calle animando a gritos, pero no puedo disimular mucho el gesto de sufrimiento. No voy agobiado de respiración, pero el chasis está cada vez más oxidado y torpe. Es una sensación bastante frustrante y por desgracia bien conocida. Un querer y no poder. El ritmo decae ostentosamente a cambio de ir asegurando el poder acabar. Km 35-40 22:23 (4:29/km).
Venga, esto está casi listo. Miro el reloj y compruebo que si no me paro entraré dentro de las 3h. Bien. Ya no tengo otro objetivo mayor, así que solo queda acabar dignamente. Con mucho cuidado voy negociando los giros para enfilar al fin la famosa avenida Unter den Linden. Ya se avista la imponente Puerta de Brandeburgo, todo el mundo se anima en el último km, el griterío del público es apabullante, intento acelerar un poco y... zas, latigazo al canto en la pierna derecha que me deja clavado en el sitio, cassuennn... ahora no, por favor, estiro, intento arrancar, nada, estiro más, al fin arranco despacio, venga, hay que recomponerse para atravesar la Puerta y vadear los fotógrafos, ahí está ya la meta, el reloj, voy a entrar dentro del 2:57, fenomenal, ya llego, ay que se me contractura otra vez el isquio, estiro sin parar, venga, llegué. Fiuuuuu, genial, lo conseguí.


Cansadete, los pies quemando, los pasos lentos y torpes, recojo la medalla y avanzo hacia la Plaza de la República, con el Reichstag a un lado. Pocos corredores todavía, comida, bebida, cerveza, ropa seca, todo despacito. Cruzo la plaza, medio vacía. Dentro de un rato el césped se llenará de finishers y tomarán esta foto:


Yo me voy, contento, a buscar a David. Se acabó la carrera y ahora llega lo importante: dos días de celebraciones por delante, yujuuuuuu.

Tiempo: 02:57:11 (01:25:32 + 01:31:39)
Velocidad media: 4:11/km (14.29 km/h)
Parciales cada 5km: 20:41 (00-05) - 19:46 (05-10) - 20:08 (10-15) - 20:27 (15-20) 
                             20:43 (20-25) - 21:27 (25-30) - 21:29 (30-35) - 22:23 (35-40)
Puesto: 936 de 34.350 (52 M50 de 3566)