Así acabó la tarde, con 1 visita vip a Arrikrutz, la parte acondicionada (500m) de un complejo kárstico de 14km de galerías subterráneas. Bajando por la ctra. de Araotz.
Pero todo había empezado a las 11:45h en Arantzazu. Aparqué el coche y cogí la bici para subir a Urbia. Los primeros repechos son + incómodos que duros, por lo pedregoso del terreno. Enseguida se empieza a ganar altura sobre el santuario.
En menos de 20m paradita en la fuente. Luego la cuesta es + bonita y llevadera, mejor terreno.
A mitad de camino aparece ya algún repecho donde se juntan piedras y porcentaje: toca empujar 1 poquito. Esto ocurrirá 3 veces.
Sin embargo, con técnica y fuelle casi todo será ciclable, incluido el final. Llego al collado, y para celebrar mi hazaña me recibe 1 caballo literalmente en los huesos.
Sus compañeros parecen en mejores condiciones, hierba no les va a faltar.
Hay 1 cartel de prohibido bici, así que antes de dar 1/2 vuelta compruebo que la campa sigue igual de hermosa, así como la vista hacia Aizkorri.
La bajada es bonita y variada, sería peligroso intentar ir rápido. Abajo al fondo se divisa el santuario.
De vuelta en Arantzazu, bajo 2 km por carretera y en el km7 me meto por la derecha subiendo hacia Gomiztegi. Más arriba, en el cruce, cojo a la izquierda (por la dcha. se va a Duru) y en el siguiente cruce igual.Ahora por tierra, ya se ve al fondo el refugio de Lizartza.
Qué emotivos recuerdos de hará al menos 20 años, con Jaio y Aran (siempre espléndida y sonriente en mi memoria, pobrecilla). La época de las inundaciones, de "El otoño en Pekín" y la bajada a la carrera por la falda de Aloña, las piernas como cangrejos, 1 paseo perdidos por la niebla, cocinando en el refugio, la encallada del Land Rover, y tantos otros momentos de... juventud divino tesoro. En fin.
Sigo hasta Belar y todo me recuerda a las carreras de abril de Aloñako Igoera. Qué impresionante y bonito es todo desde aquí. La caída al valle de Oñati.
La subida hacia la cruz.
He venido a correr aquí los 4 años que se llevan organizando esta preciosa carrera y espero seguir haciéndolo mientras me sea posible.
Vulevo hasta Arantzazu y bajo en coche a Oñati, pues he quedado con Jaione. También está Ricardo, un amigo suyo que vive en Idaho. Damos 1 paseo hasta la Universidad. Qué bonito y tranquilo es el claustro.
Cafelito en Soraluze y paseo por Sandaili viendo a los escaladores. Luego Arrikrutz.
Qué emotivos recuerdos de hará al menos 20 años, con Jaio y Aran (siempre espléndida y sonriente en mi memoria, pobrecilla). La época de las inundaciones, de "El otoño en Pekín" y la bajada a la carrera por la falda de Aloña, las piernas como cangrejos, 1 paseo perdidos por la niebla, cocinando en el refugio, la encallada del Land Rover, y tantos otros momentos de... juventud divino tesoro. En fin.
Sigo hasta Belar y todo me recuerda a las carreras de abril de Aloñako Igoera. Qué impresionante y bonito es todo desde aquí. La caída al valle de Oñati.
La subida hacia la cruz.
He venido a correr aquí los 4 años que se llevan organizando esta preciosa carrera y espero seguir haciéndolo mientras me sea posible.
Vulevo hasta Arantzazu y bajo en coche a Oñati, pues he quedado con Jaione. También está Ricardo, un amigo suyo que vive en Idaho. Damos 1 paseo hasta la Universidad. Qué bonito y tranquilo es el claustro.
Cafelito en Soraluze y paseo por Sandaili viendo a los escaladores. Luego Arrikrutz.
1 comentario:
Biris Vian, que memoria
ahora que lo pienso, te recuerdo recitando a Ubu Rey, si señor, cuanto recuerdo ...
gero arte, no tengo tiempo para leer tu blog ahora. ondo segi
jaione
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