30.7.08

Etxalar

Etxalar y sus palomeras (usategiak) han sido el descubrimiento de este verano. Al poco de llegar salí con Ilia para una 1ª inspección del entorno.

Enseguida mis entrenamientos matutinos (en plan 2h largas de trail) se dirigieron hacia el puerto de Lizarrieta, frontera (muga) con Sara (Labourd), y de allí por el sendero de las palomeras.
Abajo queda el valle de Etxalar, con nuestra borda en lo alto, allí en medio de la foto, arriba del prado.
También bajé hacia Sara. Primero por 1 senda preciosa entre bosques y prados.

Luego, bajando en picado hasta llegar a 1 final de pista, casi a los pies del Larrun.

Antes de volver al puerto se ve al fondo Zugarramurdi, geográficamente en el lado de la llanada labortana.

De vuelta por el puerto de Lizarrieta, pronto regreso a Agerrebereko Borda, la casa rural en la que estamos instalados, por encima de Etxalar, en el barrio (auzoa) de Lurrizti Eder.

Desde aquí arriba la vista hacia el valle es espectacular.

Y en el fondo del valle, la villa de Etxalar, una de las que componen la comarca de las Cinco Villas de la Montaña de Navarra (Bortziriak): Igantzi, Arantza, Lesaka, Etxalar y Bera. Con el río Bidasoa de por medio podemos disfrutar de un paisaje verde con montañas, caseríos entre prados, helechales y bosques de pinos, robles, hayas y castaños. ¿Quién da más?

Desde casa, a lo lejos, se distingue el Atxuri (Peña Plata). Uno de los días de entrenamiento conseguí llegar al trote hasta el mismo cresterío de piedra de la cima, que no pude salvar. La vuelta la hice en parte por el lado francés, bajando casi hasta las cuevas de Sara, antes de retomar la dirección hacia el puerto. Qué rutas + bonitas y aventureras.

Al día seguiente volví de nuevo por el puerto de Lizarrieta, esta vez en bici con Aitor. Un monolito nos recuerda que entramos en el país de Xareta, una asociación de 4 municipios transfronterizos (Sara, Zugarramurdi, Urdazubi y Aïnhoa), unidos por fuertes vínculos culturales, económicos, geográficos y familiares.

La vuelta, al ser + bien cuesta abajo, la disfrutó Aitor bastante más.

Agerreberko Borda es una casa dividida en 2 mitades iguales. Esta es una de ellas. Para llegar a ella hay que subir 2km desde el pueblo por pista pavimentada de fuerte pendiente. Hemos estado aquí fenomenal, con total independencia.

Día y noche, las ovejas pasan el rato "segando" los prados. El sonido de los cencerros es lo único que se oye por estos parajes.

28jul tempranito, nos vamos; el valle todavía duerme bajo la niebla mientras en el pico de Atxuri ya luce el sol. Volveremos a finales de agosto, esto no va a quedar así.


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