13.8.12

Zalacaín el aventurero (Pío Baroja, 1908)


Érase una vez un adolescente que cogía el tren todos los sábados al alba, camino de Barcelona. Más de tres horas de viaje que se repetían de vuelta por la tarde. Y uno de sus entretenimientos eran los gruesos tomos en papel biblia de las obras completas de Pío Baroja.
Baroja primero, y al poco tiempo Cortázar, fueron sus grandes influencias, tanto literarias como personales. Volver a leer las aventuras de Zalacaín por esas tierras amadas renueva viejas y agradables sensaciones.

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