Hay que ir afinando y probando el ritmo maratón. Y qué mejor ocasión que aprovechar la celebración de esta veterana carrera. La mañana salió buena. Pulsómetro y música de Miles Davis. A correr.
Al poco de empezar, una buena bajada. Seguida de una subida prolongada. Este va a ser la tónica de la carrera, pero no es importante para la ocasión. Voy ajustando el ritmo y consigo estabilizarme en una media de 4:04/km aproximadamente. Tira millas.
Me encuentro bien. Mediada la segunda vuelta veo que hay que espabilar un poco para que el ritmo no ceda. Eso quiere decir que las pulsaciones suben y empieza a notarse el esfuerzo. Me quedo solo con un chaval que va con ritmo animado. Según se acerca el final de carrera aprieto un poco más para acabar con sensación de fuerza. Bien. Pero tampoco se nota mucho en el crono. 4:04 igual al acabar. A costa de pusaciones altas.
Contento por la poca dificultad para correr a este ritmo. Pero esto es solo medio maratón. Hacer un maratón entero así, hoy por hoy, lo veo imposible. Por otra parte, las molestias que me aparecen en la zona isquiotibial y del vasto interno (pierna derecha) son justo las que me acaban arruinando todos los maratones en la segunda mitad.
En fin. Para ello entreno. Si sale bien, genial. Y si sale mal, ya estaba avisado. Lo tengo asumido desde que me decidí a presentarme en la salida. Ahí seguimos :-))
1 comentario:
Vreda casi al mismo ritmo, consiguiendo clavarlo pero con molestias y la sensación de que hacer eso en el hermano mayor de la Media Maratón son palabras mayores, idénticos escenarios.
¡Qué difícil es correr así! ¿verdad?
Semanas de tomar decisiones, en cualquier caso, me encantó verte. Suerte con el tramo final, un fuerte abrazo!
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