27.10.14

Donostia Marathon 4. Media Maratón Ciudad de Cuenca

Tras el duro entrenamiento del martes dediqué el resto de la semana a recuperar. Solo salí jueves y viernes para hacer 12 km con algunos cambios de ritmo improvisados. Porque este domingo estaba reservado para el turismo-running. Una visita a conocer Cuenca, aprovechando que celebraban un medio maratón.
Y el día empezó al revés. Primero me perdí en la carretera. Se me pasó la desviación a Cuenca y casi aparezco en Albacete. Cuando llegué a la ciudad me encontré con el gran Chulipan, que me indicó por dónde subir al barrio del Castillo, la zona de salida. Allí recogí el dorsal, me lo puse al revés. A falta de escasos segundos para dar la salida, me doy cuenta de que también estaba al revés la camiseta. Claro, se me hacía raro una camiseta de tirantes hasta el cuello. Y por detrás enseñando la espalda, ja ja ja. En fin, así se quedó.
Salida rápida, cuesta abajo. Y se me cae la llave del coche que estaba en el bolsillo. Entre que me doy cuenta, me vuelvo esquivando la manada de corredores que me arrollaban, rescato la llave y tal, se me pasa un ratillo. En fin, esos fueron todos los percances. Tampoco es para tanto.




La carrera era muy entretenida. Primero una larga bajada por carretera hacia el río. Luego un sendero de tierra, a ratos muy estrecho, con diversos repechos, bajando el río Júcar. Todo el rato adelantando más y más corredores, a consecuencia del percance en la salida. En el km 8 se cruza el río para salir de la ciudad por la orilla contraria. Esta vez se trata de un ancho carril bici paralelo a la carretera. 5,5 km un tanto monótonos y más bien subiendo. Por suerte me alié con otro y fuimos mano a mano a buen ritmo, así se hizo más llevadero.
Tras una fea pirula volvimos a cruzar el Júcar para volver a la ciudad por el margen izquierdo. Por allí andaban estacionados los espectaculares coches de la subida a S. Isidro, esperando que pasáramos para correr su prueba. Y allá por el km 15 volvimos a enganchar con el sendero de la primera parte. Gracias al arbolado que siempre acompaña a los ríos conseguíamos algunos momentos de cierto frescor. Porque el día era muy caluroso, y teniendo en cuenta el cambio horario en realidad estábamos corriendo a mediodía.
Me encontraba bien, así que casi sin querer fui estirándome de nuevo y adelantando varios corredores en dificultades. Y ya llegando a la ciudad atrapé a un pequeño y simpático japonés (Shinichi Sasaki) que iba haciendo fotografías a diestro y siniestro, amén de saludando a todo el mundo. Creaba tanto ambiente que me quedé con él, y juntos atravesamos la parte baja de la ciudad camino de meta. Entramos por debajo de 1h25m y enseguida me agarró para hacernos un selfie. Todo un crack, el tío. Tercero y cuarto quedamos de nuestra categoría. Y treintaypico de la general. No está mal para dos viejales, el uno en plan reportero y el otro haciendo hambre antes del turisteo, ja ja ja.



El largo paseo por la Cuenca de la hoz del Huécar fue estupendo. Aunque me molesta tanta gente queriendo llegar en coche hasta la puerta de todos los sitios. Comí un menú manchego con vistas a la hoz y por la tarde me llegué hasta la Ciudad Encantada para pasear entre las espectaculares y caprichosas formas de roca calcárea. Vamos, un día completito.

23.10.14

Donostia Marathon 3. Resistencia

Nueve días más tarde, vuelvo al entrenamiento específico de resistencia. El que más me cuesta. Dos días atrás (domingo) ya hice 17 km en progresión con una media de 4:38. Pero lo de esta sesión es mucho más largo.
La tarde estaba tórrida, no es muy normal en pleno otoño llegar a 30ºC. Así que esperé al atardecer. Ropa y calzado de maratón, música-radio y el fore que me chiva el ritmo medio. A la calle.
Cogí camino del bosque por terreno llano y enseguida establecí un ritmo ligero, 4:31. Al entrar por la trasera de Palacio me crucé con PacoG. Caía la noche. Crucé a la zona norte bajo el puente y enseguida subí en oblícuo hasta seguir paralelo la Ctra. de Majadahonda. Poca visibilidad. Ni idea del ritmo. Supogo que más flojo, con tanta subida. Pero voy muy animado.
Después de la rotonda del osito verde la carretera se queda a oscuras y es muy peligrosa. Me meto por camino paralelo a la M50 pero es muy irregular y se ve fatal. Al fin encuentro un puente que cruza esta M50 y bajo al Hopital Puerta de Hierro. Es la zona nueva de Las Rejas, con calles iluminadas, anchas y de poco tráfico. La calle Isaac Albéniz discurre paralela al Club de Golf hasta que llego al Parque Cuesta del Reventón. Esta zona ya la conozco.
Cruzo el parque, el puente sobre la M503 y salgo a Mapfre en Monteclaro. Carril bici de subida hacia Majadahonda. Cuando llego al Parque de Colón hago una parada en una fuente a beber agua. Aprovecho también para quitar la música y poner la radio. Hay partidos de Champions: Oporto-Athletic y Barça-Ajax. Ya no voy muy fino. Llevo 1h20 y el ritmo a decaído a 4:40.
Cruzo el pueblo por la Gran Vía peatonal y todo recto hasta el límite con Las Rozas. Bastante gente trotando a estas horas por el carril. En bici nadie. Doy media vuelta, a ver por dónde vuelvo.
La zancada ya más torpe, regreso todo recto hasta El Carralero, luego paso el hospital y vuelvo a cruzar la M50 por el mismo puente de antes. Tras repetir el penoso tramo de tierra mala a oscuras, me meto por Valdecabañas hasta enganchar la amplia calle Playa del Saler que va hacia Boadilla. Apenas hay tráfico, pero el poco que hay no parece muy amable. Más de uno se pega al borde expulsándome de la calzada, cuando tienen autovía de doble carril. En fin.
Llevo más de dos horas corriendo, a ratos consigo acelerar. Me hubiera gustado acabar en progresión. Al cruzarme con la Avda. de las Lomas tomo hacia la carretera. Tras cruzar sobre los túneles, la cuesta arriba es impresionante. Me deja noqueado. Ya, por mucho que me esfuerce, el ritmo no pasa de atrancado. Entro en el pueblo, bajo siguiendo la vía del tren ligero y vuelvo para casa por donde había salido, Manuel de Falla.
33 km a 4:43 (85% RM)
Más lento y más difícil que hace 9 días. No importa, se trataba de hacerlo y cada día es distinto. Mañana no podré casi ni andar. Pero el jueves espero volver a los trotes. Me he apuntado al medio maratón de Cuenca el próximo domingo. A ver si recupero y saco allí otra buena sesión aprovechando la compañía.


18.10.14

Donostia Marathon 2. Extensión de la potencia aeróbica

Viernes 17 oct.
Entrenamientos específicos de maratón he programado cada 4 ó 5 días, pues necesito bastante recuperación entre medias. Estos días atrás troté con suavidad una ó dos horas, y el martes hice 7,5 km en la pista a ritmo objetivo de maratón (RM). El pulso un poco alto, así que por el momento mi RM es más quimera que realidad.
Este viernes volví a la pista majariega al atardecer. Al principio el bochorno era molesto, pero con la oscuridad también llegó un fresco agradable. Tenía claro el plan: alternar 1000m RM - 7s con 1000m RM + 7s. ¿Cuánto? Pues mínimo 12 km y máximo 16 km. Según sensaciones.
El principio fue cómodo. Y a no tardar, una sensación curiosa. El kilómetro de "recuperación" exige bastante intensidad. Ajustados pues los no tan diferentes ritmos, voy sumando kilómetros sin mayor contratiempo.
Pasada la decena, se incorpora Pabli. Inestimable ayuda psicológica. Con frecuencia hay que frenar, pues el uno por el otro nos animamos sin querer más de la cuenta. Así que, con sorprendente facilidad, me planto en el máximo previsto, 16 km. Fenomenal. Y por lo que veo después, las pulsaciones se han mantenido algo más controladas que el martes. No es lo ideal, pero... mejorando que es gerundio, LOL.
Tranquilidad y buenos alimentos, pues, hasta el próximo martes, que volveré a la kilometrada de resistencia. Por suerte, todavía a un ritmo no muy intenso (85-90 % RM).

13.10.14

Donostia Marathon 1. Resistencia

La preparación del medio maratón que corrí el domingo pasado en Talavera fue buena y no me dejó saturado, de eso se trataba. Carrera bisagra, pues. Fin de un ciclo y principio de otro. En el horizonte, el Campeonato de España de Maratón que, al igual que el año pasado, se celebrará a finales de noviembre en mi lugar preferido, Donostia.
El de San Sebastián es el maratón que más veces he corrido y donde tengo mi mejor marca (2:54:01 en 2011). Esta será, espero, mi quinta participación en los últimos 10 años.

Hoy he entrenado la resistencia. Se trataba de poner un ritmo ligero y cómodo al mismo tiempo. Unos 30s/km más lento que el ritmo objetivo del maratón. Y hacer kilómetros. Cuantos más, mejor.
Anoche hubo tormenta, y esta mañana el monte de Boadilla estaba límpido, fresco, blando. Me lancé a la calle al amanecer vestido de corto, bidón en ristre. Enseguida puse la marcheta conveniente y a sumar. Me encontraba bien, teniendo en cuenta que apenas día y medio atrás había tenido carrera.
Entré al bosque por la barrera sur, siguiendo la tapia de los jardines del palacio. El terreno perfecto. La tierra blanda pero compacta, apenas charcos ni barro resbaladizo. Del arroyo de la Fresneda, casi siempre seco, llegaba el rumor de la corriente. Por evitar un rato las cuestas seguí por el árbol caído hacia el polideportivo. El cruce de la carretera para pasar al sector norte es por debajo del puente, y hoy estaba claro que el caudal impediría el cruce. Busqué otra alternativa y enfilé el camino hacia el golf, rodeando todo el bosque y volviendo junto a la carretera de Majadahonda.
Para cuando llegué a la fuente del palacio llevaba ya 14,5 km a 4:32/km. Allí estaban todos los colegas, a punto de salir en grupo para el entreno dominical. No fui muy educado, saludé lo justo y me adelanté un poco retomando el ritmo. Así hasta el alto de Tarabussi, donde esperaba PacoG con intenciones parecidas a las mías. Me fui con él siguiendo la valla y hasta lo alto de Montepríncipe. Aprovechamos para cruzar por arriba de nuevo a la zona norte y volví a hacer por segunda vez el mismo recorrido. Me quedé solo, pues PacoG iba en progresión.
Los últimos kilómetros, ya por arriba, dolían. Cadera, piernas, empezaban a agarrotarse y a doler. Pero a la vista del final todo es más llevadero. Pasé por el pueblo a saludar y despedirme y completé el objetivo camino de casa. 2h25 a 4:34/km para un total de 31,75 km y 149 ppm. Objetivo cumplido. No es más que el primer paso, pero ya está dado.

11.10.14

Carrera nocturna Boadilla del Monte 10.10.14

Después del exitazo de la semana pasada, y tras una semana de suaves entrenamientos, este viernes me acerqué a la primera edición de esta carrera que transcurre por las calles del pueblo en el que resido. Bonita ocasión para ayudar a la Fundación ALMAR, dedicada a las personas que padecen ataxia de Friedreich, una grave enfermedad neurodegenerativa. Y, por supuesto, para correr y pasar un rato agradable en compañía de los colegas.
Nada más anochecer salimos algunos centenares desde el Palacio, directamente cuesta arriba, hacia el Instituto. Gutial se fue tras el pelotón delantero, mientras PacoG y yo arrancábamos ligeros pero con el punto de prudencia que se nos presume a los veteranos. Por detrás los colegas globeros, en labores de ayuda marcando diferentes ritmos.
Bajada hasta el puente de la M50, vuelta a subir (gracias a Troncha por los ánimos) y giro a la derecha para enfilar Infante D. Luis, zona comercial. Pero tampoco por allí había apenas público animando. PacoG y yo vamos poco a poco adelantando posiciones. Al llegar al túnel bajo la Ctra. de Brunete le dejo marchar, pues si me empeño en mantener ese ritmo pronto lo pagaría. Me dedico, pues, a buscar mi propia marcha, que casualmente coincide con la de un chaval que llevo por delante, siempre a unos 25m.
Así nos adentramos por la zona de Las Viñas, de nuevo subiendo, hasta que veo llegar la cabeza de carrera que vuelve. No queda más que la empinada bajada del colegio Casvi para dar media vuelta y repetir el recorrido, esta vez en sentido contrario. Cuento los corredores que se van cruzando y voy el decimoquinto. PacoG, dos puestos por delante, va ampliando su ventaja. Y Gutial, bien colocado, seguro que acabará entre los primeros.
Ya de vuelta, nadie parece recortarme por detrás. Durante mucho rato me voy cruzando con los demás corredores, a veces saludando, y siempre siguiendo el ritmo que marca el chaval que me precede. Y al fin llega la parte decisiva. Subiendo desde la M50 hacia el Insti aprieto hasta llegar a la altura de mi "rival". Jadea fuerte, así que decido atacar cuanto antes. Y consigo soltarle antes de la fuerte bajada por Mártires. Rotonda y arco de meta de nuevo en el Palacio.
Entro por debajo de 34 minutos tras 8.8 km de carrera. Puesto 12 y 2º veterano tras PacoG. La organización, caótica. Pero bueno, cerca de casa y entre amigos todo es más fácil y entretenido.

7.10.14

Media Maratón Ciudad de Talavera 05.10.14

Sorpresa, y muy grata. He rebajado unos segundos mi marca en medio maratón hasta 1h y 22m pelaos. Para nada me lo esperaba.
Es cierto que he preparado esta carrera durante 6 semanas, pero sin gran pretensión. Más bien como excusa para rebajar el alto kilometraje del verano, que me hizo sentir lento y cargado.
Y también reconozco que me encontraba bastante en forma, pero no como para devorar un km tras otro al ritmo de 3:53 - 3:54 / km.
En realidad mi intención era salir a 4:00 y ver si conseguía aguantar ese ritmo hasta el km 15 o así. Luego, pues ya se vería.
En Talavera la mañana estaba espléndida, un poco calurosa para mi gusto. El circuito es muy llano a la par que revirado, con continuos cambios bruscos de sentido, de los de parar y volver a arrancar.
Carrera a dos vueltas. En la primera me voy aclopando a distintos grupos que me llevan cómodo. Ya veo que vamos a 3 cincuentaypoco. Por delante, uno que imagino será de mi categoría de edad, así que no freno, por no perderlo de vista.
Al acercarse el km 10 muchos aceleran, seguro se habían apuntado a una vuelta. Paso pues el 10 en 38:45 y de repente me veo prácticamente solo para la segunda vuelta. Apenas 2 corredores a la vista, a unos 100m. Uno es el que iba controlando. Me encuentro muy a gusto en estos ritmos, los km se me hacen cortos, así que, sin prisa pero sin pausa, voy recortando distancias.
Sobre el km 15 le doy alcance, pero al verme se pega como una lapa. También debe reconocerme como directo rival, pues en los cambios de sentido es fácil apreciar el aspecto de los demás corredores. Por delante no hay nadie de nuestra edad, y por detrás el siguiente transita algo distanciado.
Mi confianza va en aumento, vamos corriendo a la par o en relevos, difícil imaginar un compañero mejor. Y no será hasta el km 18, tras un tramo en ligera subida, cuando aparezcan las dificultades. Las pulsaciones suben y resulta difícil mantener un ritmo sub 4´ / km.
Pero ya falta poco, así que no será necesario sufrir demasiado para redondear una estupenda carrera. Seguimos mano a mano hasta la última recta, a falta del sprint. Gano por poquito, y al levantar la cabeza veo el reloj de meta que acaba de doblar el minuto 22. Madre mía, si encima he conseguido marca. Poco antes me había hecho a la idea de entrar sobre 22:30 aproximadamente. Por suerte los cálculos en carrera no son mi fuerte. Y el arreón final también ayudaría.
Felicitaciones y abrazos con mi compi de carrera, y en esas resulta que, en realidad, por poca cosa disputábamos, pues él era 5 años más joven. Mejor no haberlo sabido antes, la rivalidad nos ha benecifiado a los dos.
Contentísimo sobre todo con la marca, y también por la victoria en mi categoría de veteranos, me dedico, pues, a trotar, beber, llamar a los colegas para compartir mi alegría, animar en las carreras infantiles, así hasta la hora de la entrega de trofeos. Un pedazo de jarrón de cerámica, no importa que luego no sepa qué hacer con él.
Y nada más, ya había estado aquí hace unos pocos años y también entonces conseguí mejorar marca. Así que no puedo más que estar agradecido a los organizadores de esta carrera, sencilla y con un bonito ambiente.