Este domingo (13 ene) era el cto. individual de cross, en la Dehesa de Collado-Villalba. Un recorrido bonito de 2km por caminos y hierba. Mucho frío, con rachas de viento y amenaza de nieve. El ambiente atlético es fenomenal, atletas de todas las categorías, tiendas de campaña de todos los tamaños que instalan los clubes para organizarse, muchos colegas a quien animar, con quien charlar, trotar.
Pasado el mediodía nos preparamos todos los veteranos para dar 3 vueltas al circuito. Salida muy concurrida, nadie se está quieto para entrar en calor. De corto, de largo, guantes, gorro, de tirantes... de todo se ve. Me coloco un poco atrás, pues la salida se estrecha enseguida y somos muchos. No es mi intención salir a codazos y empujones peleando los puestos, tiempo habrá. Pabli ha pensado lo mismo y se queda conmigo, siempre será más agradable ir adelantando corredores que ir de salida con el gancho.
Salimos pues un poco a trompicones pero controlando. El suelo es muy irregular, es importante mirar dónde uno pisa. Enseguida empezamos a adelantar posiciones. Poco a poco, sin forzar los huecos, todavía vamos muy juntos. Al poco pasamos por un corto tramo de gravilla: cloc, cloc, trac, trac.... ja ja ja, es increíble la cantidad de gente que va con clavos, ni que tuviéramos opciones de ganar.
Creo que llevo un ritmo bastante controlado, pero eso nunca se sabe hasta más adelante. Veo a Leo 40m por delante. Cogió ventaja en la salida, pero mi intención era acompañarle. En cuanto esto se vaya estirando un poco más, creo que acabaré dándole alcance. El terreno está muy bien para correr, seco, pocos repechos, varios giros bruscos. Pabli se pone delante y decido seguirle, es momento de empezar a espabilar un poco. Al paso por las tiendas nos animan los compis de club. Leo va a 20m y Pabli y yo animados. Completamos la primera vuelta, ni idea del tiempo, voy sin reloj.
En la segunda ya vamos todos mucho más estirados, así que es más fácil adelantar. Corredores sueltos, pequeños grupitos. Uno que aparece a mi altura veo que lleva buen ritmo y me voy tras él. Me marca el ritmo estupendamente. Pabli creo que se queda. Sus motivos tendrá, es mejor corredor que yo. En poco alcanzo a Leo. Debe ir un poco atrancado, pues suelto un pelín el ritmo para ver si se viene conmigo pero veo que no. Sigo, pues.
Queda la mitad de la carrera, y es para mí la más agradable. Parece que guardar fuerzas al principio obra milagros. Mi ritmo es cada vez un poco más tenso pero nunca forzado. Así que no dejo de adelantar posiciones en ningún momento. Siempre encuentro alguien por delante a quien dar alcance y dejar atrás.
Así completé la segunda vuelta y toda la tercera. Tan entretenido iba que no vi el cartel de meta hasta tenerlo en las narices. Como los que tenía delante no aceleraban, pensaba que el final estaba más tarde. Pero es que iban muertecitos, ja ja. Les adelanté en un corto sprint y crucé la meta contento. Así fueran todos los crosses. Buenas sensaciones, gran entrenamiento y guardando fuerzas para poder entrenar con normalidad la próxima semana.
En fin, precisamente no es calidad lo que me sobra, así que con tanta relajación competitiva me vi relegado al 14º puesto de los cincuentones. Esa es la ventaja de no poder estar peleando por las medallas, que así me planteo la carrera como me conviene y todos felices.
Rápido a ponerse seco, dos galletas y un aquarius, animar a las chicas que están corriendo, empieza a nevar... ale, para casa que ya hay hambre.
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