Avanzado el invierno, los caminos del encinar siguen duros. Hacía frío esta mañana a las 9h en la parte baja. Cielo raso, aire seco.
Hemos salido en grupo, y yo con muchas precauciones por las recientes molestias en la rodilla derecha. Amena charla recordando a los colegas que hoy corrían el maratón de Sevilla.
Como todo parecía ir medio controlado, me uní a los maratonianos que cruzaban para correr por la zona norte hacia el golf majariego.
Pronto empezó a subir el ritmo y la charla fue menguando. La subida ligerita, y la vuelta desde el osito verde en progresión.
Vamos, que en un momento apañamos la media, LOL.
Todavía nos dio tiempo para sestear un poco más por abajo antes de acabar en la valla y estirar. Ah, café en el bar para rematar, claro.
Al final, 20,5K a 4:45 de media.
La rodilla, mejor de lo que esperaba. Le recetaré hielo, a ver si me deja seguir entrenando.
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