Camino Schmidt - 7 picos

Pto. de Navacerrada (1860m). Allí vamos, 7 chavales (9-13años) y 5 "adultos". Subimos desde la explanada del puerto por la pista asfaltada hasta la pista de esquí de El Escaparate. Delante queda la Residencia del Ejército del Aire, en la loma de Los Cogorros. Abandonamos la carretera en la zona del acceso a la pista de esquí atravesando la explanada hacia el oeste. Desde aquí sale una pista forestal que se bifurca en tres ramales. La tercera senda, por debajo de las otras, es el Camino Schmidt: marcas circulares de color amarillo sobre las rocas y troncos de árboles. Solo nos queda seguir dichas marcas y en poco más de 1 hora llegaremos al collado Ventoso. Es un camino fácil, pues discurre con una cierta horizontalidad por la umbría de Siete Picos.

El sendero tiene un trazado descendente, adentrándose en la frondosa arboleda, hasta llegar al arroyo del Telégrafo. En unos 10min más vemos bajando una zona de acampada, la pradera de Navalusilla. Virando hacia el oeste alternamos el llano con pequeñas subidas. Los chavales van charlando y por ahora se les hace llevadero.

Tras cruzar varias vaguaditas y arroyuelos el trazado se hace más abrupto y abundan los repechos. Nos cruzamos con otros excursionistas. También los hay que se aventuran con la bici o a la carrera. Cuando llevamos ya casi 1h de camino llegamos a una bifurcación. Por la derecha, la senda Cospes nos llevaría al Puerto de la Fuenfría, pero decidimos continuar por el camino Schmidt, que nos lleva por la izquierda, subiendo en fuerte rampa, hacia el Collado Ventoso (1892m).

Las verdes praderas que conforman el collado están salpicadas por pinos silvestres. Monolitos de granito sirven de mojón o límite provincial. La inclinación hacia el SO nos proporciona vistas hacia el Valle de la Fuenfría. El viento fresco nos manda buscar refugio en zona rocosa para comer y descansar, que nos lo hemos ganado. Han sido 4km para 1h y media andando.


¿Quién se atreve con el segundo de los 7 picos? Muy pocos parecían animarse, pero en el último momento, unos por otros, todos nos fuimos apuntando.

El sendero pedregoso sube todo recto entre pinos. Siguiendo los numerosos hitos vamos ganando altura rápidamente. Ainhoa se comporta como una campeona.

No sin esfuerzo, conseguimos salir a una vaguada desde la que ya divisamos cumbre.

El fuerte viento helado no impide la alegría de llegar al collado que separa el segundo pico (2089m) del tercero, donde las vistas se abren inmensas hacia Segovia, Peñalara, Madrid, El Escorial...

La troupe nos espera mientras deciden en cuál pico hacer cumbre.

Un ratito de juegos entre las rocas del tercer pico.

Y de allí, siguiendo a veces con facilidad el sendero, liándonos a ratos otro poco, fuimos vadeando todos los picos hasta llegar al séptimo y último. Ya cansados, el fuerte desnivel en bajada nos fue aproximando a la pradera.

El camino es ya ancho y acabará en ligera subida para llegar a lo alto de las pistas de esquí. Atrás quedan nuestras hazañas.

Solo nos queda bajar por la pista para volver al puerto. Fin de la excursioncita, a la que hemos dedicado casi 7 horas. Nos volvemos a casa a comentarlo y celebrarlo. Fue un día estupendo, fresquito y soleado. Bravo, campeones.