10.04.2016
Cañonazo de salida bajo el acueducto para una carrera que recorre la ciudad por fuera y por dentro, por arriba y por abajo.
Nada más ver el globo de 1h30 allí que intenté acoplarme. Y para mi sorpresa, lo suyo me costó. Un poco forzado para una carrera tan larga, me lanzo a la aventura. Tras continuos desniveles, vamos bajando hacia el río. Recorrido soso unos ratos, bonito otros. Todo bien durante algo más de 9 km.
A partir de ahí, todo a peor. Primero me descuelgo del globo. Enseguida empieza la larguísima cuesta de vuelta hacia el acueducto desde el río. Y todo el mundo sube más rápido que yo. Me encuentro bastante atrancado. Supongo que no ayudaba la intensa sesión de spinning del día anterior.
Pasado el km 11 se entra hacia el centro, cruzando el acueducto. Mucha gente animando en esa zona. Me noto justito, y el callejeo no es muy agradable. Muchísimo adoquín y todos corriendo en fila india por las estrechas aceras. Ni siquiera por el centro abundan los tramos en llano. Y me sigo clavando en todos los repechos.
En la última parte de la carrera se vuelve a salir un poco, y en una avenida ancha me llega la puntilla. Un vendaval en contra me tiene casi sin avanzar. Lo paso fatal hasta que llega el final de la cuesta y el cambio de orientación. Al fin algo de terreno favorable para entrar de nuevo camino de la meta. Me repongo un poco y acabo con cierta fuerza.
Más de 1h31 me costó terminar. Mala marca y 6º de mi categoría para un recorrido difícil. En fin, no importa mucho, no es una carrera que hubiera preparado específicamente. Para compensar, comida de lujo multitudinaria con colegas y conocidos. Pas mal l´agneau.
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