Aledaños del campo del Madrí, oscuro, frío, casi desierto, limpio... hace apenas dos horas cuarenta mil personas vestidas de rojo anegaban plaza y avenida, dispuestas a partir rumbo a Vallecas cual ejército invasor. De todo aquello apenas quedan unos obreros desmontando un andamiaje y un par de enormes cajones de cartón con ropa usada para calentarse antes de la función. Hay quien aprovecha para darle un postrer uso a alguna sudadera y nos dirigimos por la avenida hacia el este, llamados por las luces de la zona de salida.
Las furgo-ropero son el centro de reunión. Saludar colegas, cambiarse en medio de la calle, cola para dejar la bolsa y a trotar que hace frío. Entre idas y venidas nos vamos encontrando todos. Según se acerca la hora (19:55), luz y sonido aumentan su fuerza de atracción. Setecientos y pico atletas, hace un momento disgregados, nos apretujamos bajo los focos. Sobra ya la camiseta de calentamiento, empieza la música, la excitación, los gritos de ánimo. Otro año más aquí, en esta carrera tan especial, intentando dar la talla.
Estampida. Suerte que Concha Espina nos lo pone un poco difícil con la pendiente y así empezamos menos atolondrados. Giro brusco para enfilar Serrano y pasamos por el km1 (3:50 / 155ppm). Me emparejo con Mario y nos arrojamos cuesta abajo hacia la Plaza de la República Argentina. Bordeamos la bonita fuente de los delfines, pasamos el CSIC, antigua salida, y volvemos a bajar buscando el cruce con María de Molina. Km2 (3:27 / 167ppm). Madre mía, qué velocidad. Pero claro, aquí el que no corre vuela, nada de ceder.
La entrada al barrio de Salamanca tiene un buen repecho, pero enseguida vuelve el terreno favorable. Hay que ir ahorrando tiempo, pues todo nos parecerá poco en tierras vallecanas. La calle es ancha, se corre con facilidad, sin agobios, todavía poco público. Km3 (3:43 / 172ppm). No veo a mi compi. Llegamos a la zona más comercial, el cruce con Goya, Plaza de Colón, y un falso llano con la Puerta de Alcalá al fondo. Es la referencia, toda iluminada, un gentío tremendo, un llamativo espectáculo musical. Es difícil mantener el control con tanto jaleo. Km4 (3:36 / 175ppm).
Curva cerrada y otra vez desbocados. Casi cuesta girar para no comerse a la diosa Cibeles, ja ja ja. El Paseo del Prado es ancho y oscuro. Es la primera vez que uno se nota consigo mismo. Chequeo de fuerzas, terreno llano, ajuste de ritmo y km5 (3:35 / 173ppm). Fenomenal. Hay que seguir a buen ritmo, que todavía queda terreno favorable por delante. La zona de Atocha está más iluminada, ancha. Veo a Ángel delante, a unos 10 m. Me alegra verle valiente y con fuerzas, pensaba que vendría por detrás. No puedo pillarle para ir juntos pero me sirve de referencia. Km6 (3:42 / 175ppm).
Larga bajada por la Avda. de la Ciudad de Barcelona. Comienza el espectáculo. El gentío es constante y se estrecha sobre los corredores. Apenas cabemos dos juntos y es difícil adelantar. Los niños sacan la mano, todos gritan. Es difícil contenerse, pero hay que guardar fuerzas para las cuestas del final. Km7 (3:41 / 173ppm). Y claro, no todo puede ser Jauja. Se acaba el terreno favorable, se divisa el puente de la M-30 que da entrada a Vallecas, llegan las dudas, los temores. Tampoco hay que asustarse, el crono va muy bien y algunas fuerzas quedan. Entramos en la Avda. Albufera, Territorio Comanche, ja ja ja. Al poco giramos a la derecha. Km8 (3:52 / 173). La calma que precede a la tormenta.
Y empieza la larga, interminable cuesta. Cada uno con sus pocas fuerzas. Hay gente animando, pero el efecto parece diluirse. Un reguero de peregrinación, uno a uno con su soledad. Alcanzo a Ángel, parece que se queda un poco. Seguro que sabe regular mejor. Intento no perder mucho ritmo, pero esto no acaba nunca. Cuando llego al fin al giro de izquierdas, el repecho es mayor, ufff. Km9 (4:12 / 175ppm). Esperaba perder un poco menos. Pero no importa, creo que vamos de sobra para el sub 38. Me alcanza Ángel y se pone delante. Le sigo. El último km es un poco pestoso, mucho giro, sigue la tendencia a subir. Al fin aparece la mole del campo del Rayo Vallecano. Hay que dar un rodeo y subir el fuerte repecho que conduce a la boca de entrada. Las fuerzas fallan.
Rampa de entrada, luces, alfombra verde rodeando el campo a modo de improvisada pista de atletismo. Megafonía anuncia 37:30. Glups, no llegamos. Km10 (4:06 /174ppm). Hay que apretar el culo, para esto siempre quedan fuerzas. Lanzo el sprint antes del primer corner, adelanto a todo el que se pone por delante, giro en el segundo corner y aprieto hasta meta. 73 m de matute (2:59/km / 177ppm). Tiempo total oficial 37:58, el penúltimo de los 512 corredores que hemos cumplido con el famoso sub 38, tiempo máximo que deben acreditar los chicos para participar en esta prueba. Pues ala, apresurados saludos y felicitaciones, a cambiarse rápido no pillemos un resfriado, comentar la jugada volviendo a casa. Ducha y a celebrar la Nochevieja un año más con la familia. Feliz Año 2014 ... para todos los que se lo merezcan, ja ja ja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario