28.1.14

Medio Maratón de Getafe 2014.01.26

Un día espléndido para correr. Llego con mucha antelación, pero a última hora ni caliento ni me acerco a tiempo a la salida. Como resulta ser caótica, paso por el arco más de medio minuto después del pistoletazo. El gentío es tal que no hay manera de adelantar ni coger ritmo sin desquiciarse. Me lo tomo con toda la calma que puedo, resignado a pasar un rato entretenido entre parones y zig-zags. 
El recorrido baja hacia una zona horrorosa, polígonos sin edificar por las afueras de la ciudad. Muchos giros, el pavimento no es agradable, la gente tapona, se cruza. En la desesperación de los atascos, algunos optan por adelantar recortando barbaridades de metros. En fin, nada agradable.
Sin embargo, por lo que comprobé después, perdí menos tiempo del que suponía en estos primeros kilómetros. Conclusión: un ritmo medio decente con tantos parones solo se consigue apretando más de la cuenta en los torcidos adelantamientos. No tardaría en pasar factura.
Entre el km 7 y el 10 corrí bien, rapidito, regular, adelantando con fluidez y saludando a varios colegas. Luego volvimos a la ciudad y empezó una suave y larguísima cuesta arriba. Ya no me encontré tan cómodo. Las pulsaciones empezaban a subir, y tenía más interés por llevarlas estables que por pelear un crono interesante.
Me acomodé detrás de una pareja mixta para dejar pasar unos kilómetros que se me estaban haciendo largos y pesados. En el km 17 se gira para cruzar el centro adoquinado. Poco a poco fui recuperando un ritmo más alto, pero en ningún momento me encontré con ganas de sufrir, ni siquiera en el favorable último kilómetro.
Total, que crucé la meta en 1h25m39s muy entero, con la sensación de haber hecho un fenomenal entrenamiento de ritmo. Y lo más agradable, el compartir sensaciones con multitud de colegas, tanto a pie de pista como a pie de barra con las cañas y tapas.

17.1.14

Cto.Madrid Veteranos Campo a Través 12.01.2014

Una mañana de invierno de lo más completita. Amaneció nublado. Poco frío y menos viento. Me disfracé de corredor y salí al trote por la puerta de casa. 09:00h. Bajé a la fuente de los Tres Caños, frente al palacio. Ya no había nadie, pero por el murmullo distinguí, entre la niebla, al grupo. Acababan de salir camino del monte. Aceleré y me uní a ellos. 
Saludos, charla, bromas, uno de los mejores momentos para el corredor solitario. Fuimos dando la vuelta a los dos montes, a buen ritmo de trote. Tras completar 17,5 km me desvié para casa. Ducha, ropa seca, un yoghourt, un plátano, galletas, mochila y a la calle. Me pasan a buscar los compis de club para ir a Collado-Villaba.
En la Dehesa Boyal el ambiente atlético es espléndido, y el circuito de cross muy bonito. Mucha hierba y nada de barro. Corremos juntos todos los veteranos a las 12:25h. Son 6 km en tres vueltas. Salgo bastante rápido, por evitar los atascos. Y luego estabilizo el ritmo. 3:50/km aprox. No hay que forzar más, pues el terreno es inestable. 


Consigo hacer las tres vueltas iguales, sin altibajos. El pulso ha ido subiendo, desde 170 hasta 179, pero las sensaciones no eran peores. Así que acabo contento y muy entero. La idea era hacer un entrenamiento fuerte con cierta fatiga muscular acumulada, así que lo de encadenar rodaje largo con cross tenía su justificación. Experimento satisfactorio, y a seguir entrenando cara al medio maratón de Getafe del próximo 26 de enero. Vaaaaamos, chavallllllll!!!!!!!!

6.1.14

Ma nuit chez Maud (Éric Rohmer, 1969)


Un film qui parle de la vie, de l'amour, des principes bouleversés, s'aidant magnifiquement de la philosophie et des mathématiques pour parler de religion (Blaise Pascal étant au coeur des discussions).
La grande force du film se trouve dans les dialogues: un enchaînement de discussions extrêmement riches, les personnages échangeant des idées, des ressentis sur la vie, la religion, l'amour.
Les deux protagonistes masculins discutent d'un lien entre les mathématiques et la vie, en parlant notamment de l'espérance mathématique.
Jean-Louis rencontre aprés deux femmes et, en dépit son apparente timidité - ou disons plutôt de son respect des conventions de société - il tisse avec ces deux femmes des liens très forts dès le début, en se confiant plus qu'il n'est coutume de le faire et en partageant des choses qu'on ne partage pas habituellement avec des inconnu(e)s.
On se passionne pour ces discussions entre des protagonistes qui voient pour la plupart leurs croyances mises à mal. L'intrigue, sous ses airs d'amourettes et de séductions en tout genre est plus complexe qu'elle n'y parait et jusqu'à la fin, on se délecte de l'évolution des personnages.
Le sujet du film est le pari de Pascal : même si la probabilité que Dieu existe est presque nulle, il est avantageux de croire qu'il existe car le gain est infini. C'est un calcul d'espérance mathématique. La réflexion est introduite par une histoire de trio (et plus) amoureux dont l'érotisme est télépathique.
Par des scènes banales de la vie quotidienne Rohmer exprime des sentiments assez fort. Par des exemples et des images concrètes, il explique du Pascal à son spectateur Par une histoire simple, il exprime un message complexe. L'austère philosophie pascalienne n'intéresse pas tant Rohmer que l'interaction des idées et des principes, quels qu'ils soient (jansénisme, foi, athéisme, marxisme) sur les vies humaines, alors que celles-ci sont avant tout soumises au hasard (léger, mais cruel) et à leurs pulsions. 
Dès les premières images, le spectateur est plongé dans une triste atmosphère de province en hiver. Pendant tout le film, on est bercé entre la neige et la nuit, des rayons de lumière et le grand jour, entre les marivaudages et les pensées sincères. Bref, tout commence à se brouiller, mais il est si plaisant de ne pas toujours savoir dans quelles eaux on navigue ! Les acteurs, Trintignant, Vitez et Fabian, donnent beaucoup de profondeur à leurs personnages, et la discussion pascalienne, qui aurait pu être un peu ennuyeuse, est absolument intense. La douce mélancolie, les tristes réjouissances, font que, à la fin, on ne sait pas si on est mal, si on est bien…mais, pendant 2h, on a vécu quelque chose de particulier, qui marque bien plus qu’on aurait cru.

2.1.14

31.12.2013 San Silvestre Vallecana Internacional

Aledaños del campo del Madrí, oscuro, frío, casi desierto, limpio... hace apenas dos horas cuarenta mil personas vestidas de rojo anegaban plaza y avenida, dispuestas a partir rumbo a Vallecas cual ejército invasor. De todo aquello apenas quedan unos obreros desmontando un andamiaje y un par de enormes cajones de cartón con ropa usada para calentarse antes de la función. Hay quien aprovecha para darle un postrer uso a alguna sudadera y nos dirigimos por la avenida hacia el este, llamados por las luces de la zona de salida.

Las furgo-ropero son el centro de reunión. Saludar colegas, cambiarse en medio de la calle, cola para dejar la bolsa y a trotar que hace frío. Entre idas y venidas nos vamos encontrando todos. Según se acerca la hora (19:55), luz y sonido aumentan su fuerza de atracción. Setecientos y pico atletas, hace un momento disgregados, nos apretujamos bajo los focos. Sobra ya la camiseta de calentamiento, empieza la música, la excitación, los gritos de ánimo. Otro año más aquí, en esta carrera tan especial, intentando dar la talla.




Estampida. Suerte que Concha Espina nos lo pone un poco difícil con la pendiente y así empezamos menos atolondrados. Giro brusco para enfilar Serrano y pasamos por el km1 (3:50 / 155ppm). Me emparejo con Mario y nos arrojamos cuesta abajo hacia la Plaza de la República Argentina. Bordeamos la bonita fuente de los delfines, pasamos el CSIC, antigua salida, y volvemos a bajar buscando el cruce con María de Molina. Km2 (3:27 / 167ppm). Madre mía, qué velocidad. Pero claro, aquí el que no corre vuela, nada de ceder.

La entrada al barrio de Salamanca tiene un buen repecho, pero enseguida vuelve el terreno favorable. Hay que ir ahorrando tiempo, pues todo nos parecerá poco en tierras vallecanas. La calle es ancha, se corre con facilidad, sin agobios, todavía poco público. Km3 (3:43 / 172ppm). No veo a mi compi. Llegamos a la zona más comercial, el cruce con Goya, Plaza de Colón, y un falso llano con la Puerta de Alcalá al fondo. Es la referencia, toda iluminada, un gentío tremendo, un llamativo espectáculo musical. Es difícil mantener el control con tanto jaleo. Km4 (3:36 / 175ppm).

Curva cerrada y otra vez desbocados. Casi cuesta girar para no comerse a la diosa Cibeles, ja ja ja. El Paseo del Prado es ancho y oscuro. Es la primera vez que uno se nota consigo mismo. Chequeo de fuerzas, terreno llano, ajuste de ritmo y km5 (3:35 / 173ppm). Fenomenal. Hay que seguir a buen ritmo, que todavía queda terreno favorable por delante. La zona de Atocha está más iluminada, ancha. Veo a Ángel delante, a unos 10 m. Me alegra verle valiente y con fuerzas, pensaba que vendría por detrás. No puedo pillarle para ir juntos pero me sirve de referencia. Km6 (3:42 / 175ppm).

Larga bajada por la Avda. de la Ciudad de Barcelona. Comienza el espectáculo. El gentío es constante y se estrecha sobre los corredores. Apenas cabemos dos juntos y es difícil adelantar. Los niños sacan la mano, todos gritan. Es difícil contenerse, pero hay que guardar fuerzas para las cuestas del final. Km7 (3:41 / 173ppm). Y claro, no todo puede ser Jauja. Se acaba el terreno favorable, se divisa el puente de la M-30 que da entrada a Vallecas, llegan las dudas, los temores. Tampoco hay que asustarse, el crono va muy bien y algunas fuerzas quedan. Entramos en la Avda. Albufera, Territorio Comanche, ja ja ja. Al poco giramos a la derecha. Km8 (3:52 / 173). La calma que precede a la tormenta.

Y empieza la larga, interminable cuesta. Cada uno con sus pocas fuerzas. Hay gente animando, pero el efecto parece diluirse. Un reguero de peregrinación, uno a uno con su soledad. Alcanzo a Ángel, parece que se queda un poco. Seguro que sabe regular mejor. Intento no perder mucho ritmo, pero esto no acaba nunca. Cuando llego al fin al giro de izquierdas, el repecho es mayor, ufff. Km9 (4:12 / 175ppm). Esperaba perder un poco menos. Pero no importa, creo que vamos de sobra para el sub 38. Me alcanza Ángel y se pone delante. Le sigo. El último km es un poco pestoso, mucho giro, sigue la tendencia a subir. Al fin aparece la mole del campo del Rayo Vallecano. Hay que dar un rodeo y subir el fuerte repecho que conduce a la boca de entrada. Las fuerzas fallan.

Rampa de entrada, luces, alfombra verde rodeando el campo a modo de improvisada pista de atletismo. Megafonía anuncia 37:30. Glups, no llegamos. Km10 (4:06 /174ppm). Hay que apretar el culo, para esto siempre quedan fuerzas. Lanzo el sprint antes del primer corner, adelanto a todo el que se pone por delante, giro en el segundo corner y aprieto hasta meta. 73 m de matute (2:59/km / 177ppm). Tiempo total oficial 37:58, el penúltimo de los 512 corredores que hemos cumplido con el famoso sub 38, tiempo máximo que deben acreditar los chicos para participar en esta prueba. Pues ala, apresurados saludos y felicitaciones, a cambiarse rápido no pillemos un resfriado, comentar la jugada volviendo a casa. Ducha y a celebrar la Nochevieja un año más con la familia. Feliz Año 2014 ... para todos los que se lo merezcan, ja ja ja.