Tres días después de la salida montañera sigo con agujetas en las piernas, especialmente en los cuádriceps. Y muy dura y tensa la zona externa.
Al ser una actividad distinta a la habitual, faltaba adaptación. Y eso era precisamente lo que andaba buscando. Las fibras musculares sufren microrroturas, pero la consecuencia es la adaptación muscular. Una vez se ha recuperado lo suficiente, claro.
El caso es que solo descansé de correr el día siguiente, miércoles. El jueves, con molestias, estuve en el monte boadillense entrenando carrera continua: 18 km a 4:46/km de media. Quizá un poco precipitado. Pero la musculatura que trabaja no es la misma que en alta montaña, los cuádriceps no están muy solicitados, con lo que creo que puedo compaginar la recuperación de las agujetas con entrenamientos no muy exigentes. Todo es evitar pendientes bruscas.
Hoy viernes, al caer la noche, he salido a correr por asfalto, un circuito bastante llano de 5 km cerca de casa. Aunque sigo con agujetas, desde el principio me he sentido con ganas de poner un buen ritmo. Y, aunque la mente me aconsejaba aflojar en previsión de la competición del domingo, el cuerpo pedía "marcheta". Así que, con el primer frescor nocturno, he completado 10 km bien a gusto en 43 minutos (4:18/km).
¿La música? Pues variada y relativamente reciente: Declan O´Rourke, Limp Bizkit, Linkin Park, Russian Red, Delorean, Snow Patrol...
2 comentarios:
Sarna con gusto no pica, como suele decirse; ánimo y a seguir;
Vas como un tiro Iñaki.
Un abrazo
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