Un escritor norteamericano algo bohemio llega con su prometida Inez y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer...
Es en los requiebros de esa fantasía imposible donde Allen logra que Midnight in Paris se convierta en una película original. El viaje en el tiempo que emprende su alter ego en la pantalla le permite reivindicar el presente como tabla de salvación. El hombre siempre quiere lo que no tiene, y ese deseo no es otro que el de escapar de la muerte, el de dejar su huella para la posteridad. Y por muy ligera y cálida y deliciosa que sea esta comedia, el poso que deja es pura melancolía.
1 comentario:
Para mi de lo mejorcito de este año en cine.
Y al menos Allen sube con creces el patético nivel al que nos tenía acostumbrado ultimamente.
Salu2-G
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