25.10.2015
Conocía esta carrera, tan cercana, de hace cuatro años. Entonces era más corta, ahora son más de 8 km en dos vueltas que suben y bajan continuamente. Un test a medio camino entre las varias que he corrido últimamente sobre 5 km y las que se avecinan de 10km.
Salida muy rápida cuesta abajo. Como veo a mis colegas de categoría justo por delante, intento seguirles. Llega la cuesta arriba, larga. Más que antiguamente, así que justo al coronar me doy cuenta que he forzado demasiado por seguir el ritmo de mis compañeros. No es agradable ver que te quedas bajando.
Al primer paso por meta miro el reloj. Efectivamente, me he colado. Demasiado rápido y queda la mitad. Toca sufrir. El ritmo se resiente, vuelve la cuesta, mis dos referencias desaparecieron de mi vista por delante. Mantengo un poco el ánimo al ver que recorto a otros dos corredores. Paso a uno fundido e intento pillar al otro bajando. Cuando le alcanzo dentro del último kilómetro se me quitan las ganas de seguir forzando y me quedo con él animándole para entrar juntos.
Ritmo medio 3:52. No es que me parezca mal, pero habiendo hecho la primera vuelta a 3:46 reconozco que he corrido fatal. No he sabido regular y eso es importante.
Puesto 4º de mi categoría. Los tres primeros son mejores que yo y no debí intentar seguirles. Bueno, no importa, no soy tan inteligente como para acertar siempre, ja ja.
28.10.15
27.10.15
Du Cross Boadilla del Monte
18.10.2015
Hace años que no corría un du-cross, y ya lo echaba de menos. Y qué mejor ocasión que ésta en la que la carrera discurre por el precioso "monte" al que diariamente acudimos a entrenar.
Encima convencí a Nico y a Ilija para que se apuntaran. Para ellos simplemente acabar era ya un reto ambicioso. Hicieron la carrera juntos, se lo pasaron fenomenal, les gustó, y quizá repitan en otra ocasión. Me hizo mucha ilusión que se acercaran a conocer de primera mano este mundillo en el que ando metido todo el año.
Por mi parte la intención era esforzarme pero ante todo disfrutar, pues estoy de lleno metido en los entrenamientos cara a los 10 km. Ambiente fenomenal, 400 corredores, mañana nublada, buena temperatura. Calenté y salí con Ángel Pino.
La primera vuelta corriendo tiene algo más de 5 km y básicamente hay que subir hasta Montepríncipe y volver al Palacio. Como siempre, muchos salen escopetados, así que me dedico toda la ida en subida a ir adelantando posiciones. La vuelta también llevo buen ritmo y llego a boxes tras una buena carrera y todavía con fuerzas.
Casco, zapas de bici, no tardo ni mucho ni poco y agarro mi nueva bici. La compré este año y todavía he andado poco con ella, ni siquiera la he subido al monte, así que es una incógnita para tal día como hoy.
Y tras los 15 km de tramo puedo decir que bastante bien. En realidad no hubo que exigirle demasiado, pues en bajada sinuosa, al ir en grupo, no se podía forzar la velocidad. En las pendientes cortas y duras me adelantaba alguno. También me costaba seguir el ritmo llaneando. Pero en pendiente larga y suave cojo inercia y voy como un tiro. Subiendo la diagonal de los patos, con lo estrecha que es, adelanté toda la fila y me largué, apenas alguno se atrevió a intentar seguirme. Ahí fue un gran momento y me lo pasé genial.
Al dejar la bici todavía tenía ganas y fuerza, pero esta última transición, sin haber entrenado la bici, sienta fatal a las piernas. Las siento duras, como de madera, y cuesta mucho correr a gusto. Pero lo mismo les debe pasar a los demás, porque seguí avanzado algunas posiciones.
Hace años que no corría un du-cross, y ya lo echaba de menos. Y qué mejor ocasión que ésta en la que la carrera discurre por el precioso "monte" al que diariamente acudimos a entrenar.
Encima convencí a Nico y a Ilija para que se apuntaran. Para ellos simplemente acabar era ya un reto ambicioso. Hicieron la carrera juntos, se lo pasaron fenomenal, les gustó, y quizá repitan en otra ocasión. Me hizo mucha ilusión que se acercaran a conocer de primera mano este mundillo en el que ando metido todo el año.
Por mi parte la intención era esforzarme pero ante todo disfrutar, pues estoy de lleno metido en los entrenamientos cara a los 10 km. Ambiente fenomenal, 400 corredores, mañana nublada, buena temperatura. Calenté y salí con Ángel Pino.
La primera vuelta corriendo tiene algo más de 5 km y básicamente hay que subir hasta Montepríncipe y volver al Palacio. Como siempre, muchos salen escopetados, así que me dedico toda la ida en subida a ir adelantando posiciones. La vuelta también llevo buen ritmo y llego a boxes tras una buena carrera y todavía con fuerzas.
Casco, zapas de bici, no tardo ni mucho ni poco y agarro mi nueva bici. La compré este año y todavía he andado poco con ella, ni siquiera la he subido al monte, así que es una incógnita para tal día como hoy.
Y tras los 15 km de tramo puedo decir que bastante bien. En realidad no hubo que exigirle demasiado, pues en bajada sinuosa, al ir en grupo, no se podía forzar la velocidad. En las pendientes cortas y duras me adelantaba alguno. También me costaba seguir el ritmo llaneando. Pero en pendiente larga y suave cojo inercia y voy como un tiro. Subiendo la diagonal de los patos, con lo estrecha que es, adelanté toda la fila y me largué, apenas alguno se atrevió a intentar seguirme. Ahí fue un gran momento y me lo pasé genial.
Al dejar la bici todavía tenía ganas y fuerza, pero esta última transición, sin haber entrenado la bici, sienta fatal a las piernas. Las siento duras, como de madera, y cuesta mucho correr a gusto. Pero lo mismo les debe pasar a los demás, porque seguí avanzado algunas posiciones.
Tras pasar por la trasera del Palacio, en el tramo de vuelta está ya todo el pescado vendido, así que me permito el lujo de ni siquiera sufrir en la última cuesta. Entro muy contento en 1h4m35s pues me lo he pasado fenomenal, mucho mejor de lo que suponía, y además cumplí mi propósito, carrera fuerte pero nada de forzar, que hay que seguir entrenando.
Luego estuve esperando a Ilija y Nico. Al fin aparecieron con la bici, resoplando, sí, pero también decididos a soltarla y ponerse de nuevo a correr. Les acompañé esa última vuelta de algo más de 2 km y lo pasamos bien juntos, felices ellos de ver que iban a conseguir acabar la prueba, un objetivo nada seguro al empezar.
Ya casi para irnos salieron las clasificaciones y para mi sorpresa había quedado tercero de mi categoría, con lo que me esperé a una entrega de premios tardía y desangelada bajo un tremendo aguacero. Aún así pusimos al mal tiempo buena cara, pues nos lo habíamos ganado, jaja.
1.10.15
5 km de Las Rozas
27.09.2015
Otra de cinco km, ja ja, y ya van seis de este estilo casi seguidas. Pronto toca subir de distancia.
Esta semana había sido algo peculiar. La empecé entrenado fuerte, luego estuve tres días parado por dolor de espalda, y el fin de semana encadené un 2 x 5km a 4:05 el sábado con esta carrera matinal dominguera.
Apenas se acababan de ir los que habían pasado la noche de juerga en el recinto ferial, pues son las fiestas patronales de San Miguel. Entre ellos mi propia hija. Así que por los alrededores de la pista de atletismo no faltaba basura, cristales y malos olores.
Pero aquí estábamos ya el relevo, dispuestos a pasar la agradable mañana corriendo por la Dehesa de Navalcarbón, así como bajando al pueblo para volver a subir hasta el complejo deportivo.
Yo salí en la primera carrera, la de 5 km, con alegría y decisión. Como ya es habitual, varios de los que salieron escopetados no tardaron en ceder y pronto me coloqué entre los diez primeros. Cuando salimos del bosque a la calle, en el segundo km, ya iba bastante solo, intentando seguir al dorsal 682, que fue quien a la postre me ganó el primer puesto veterano.
El tercer km era una larguísima bajada y lo duro estaba esperando en la parte final, con la nunca mejor denominada cuesta de Mataborricos. Pero la carrera seguía un guión bastante lineal. Yo intentaba que no se me escapara la camiseta azul, él intentaba quitarse de enmedio la horrible sensación de ir escuchando mis pasos acechantes, y nada por delante ni nadie por detrás.
Se me escapaba más bajando que subiendo, y al final me cogió unos segundos preciosos. Al entrar en la pista de atletismo la suerte estaba echada y entramos sexto y séptimo con seis o siete segundos de diferencia.
Tiempo me dio a charlar con algunos amigos, correr ligero otros 5 km con participantes de la carrera de 10 km, charlar con mis compañeros del podium de veteranos y al final recoger el trofeo de manos de la concejala de Deportes, muy dispuesta a mostrarse en mi compañía siempre que hubiera cámaras de por medio, ja ja ja.
Ah, 18m56s tardé en completar la carrera, a la que sospecho le faltaban unos pocos metros. En todo caso corrí por debajo de 3:50/km y me pareció bastante bien.
Otra de cinco km, ja ja, y ya van seis de este estilo casi seguidas. Pronto toca subir de distancia.
Esta semana había sido algo peculiar. La empecé entrenado fuerte, luego estuve tres días parado por dolor de espalda, y el fin de semana encadené un 2 x 5km a 4:05 el sábado con esta carrera matinal dominguera.
Apenas se acababan de ir los que habían pasado la noche de juerga en el recinto ferial, pues son las fiestas patronales de San Miguel. Entre ellos mi propia hija. Así que por los alrededores de la pista de atletismo no faltaba basura, cristales y malos olores.
Pero aquí estábamos ya el relevo, dispuestos a pasar la agradable mañana corriendo por la Dehesa de Navalcarbón, así como bajando al pueblo para volver a subir hasta el complejo deportivo.
Yo salí en la primera carrera, la de 5 km, con alegría y decisión. Como ya es habitual, varios de los que salieron escopetados no tardaron en ceder y pronto me coloqué entre los diez primeros. Cuando salimos del bosque a la calle, en el segundo km, ya iba bastante solo, intentando seguir al dorsal 682, que fue quien a la postre me ganó el primer puesto veterano.
El tercer km era una larguísima bajada y lo duro estaba esperando en la parte final, con la nunca mejor denominada cuesta de Mataborricos. Pero la carrera seguía un guión bastante lineal. Yo intentaba que no se me escapara la camiseta azul, él intentaba quitarse de enmedio la horrible sensación de ir escuchando mis pasos acechantes, y nada por delante ni nadie por detrás.
Se me escapaba más bajando que subiendo, y al final me cogió unos segundos preciosos. Al entrar en la pista de atletismo la suerte estaba echada y entramos sexto y séptimo con seis o siete segundos de diferencia.
Tiempo me dio a charlar con algunos amigos, correr ligero otros 5 km con participantes de la carrera de 10 km, charlar con mis compañeros del podium de veteranos y al final recoger el trofeo de manos de la concejala de Deportes, muy dispuesta a mostrarse en mi compañía siempre que hubiera cámaras de por medio, ja ja ja.
Ah, 18m56s tardé en completar la carrera, a la que sospecho le faltaban unos pocos metros. En todo caso corrí por debajo de 3:50/km y me pareció bastante bien.
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