Françoise Hardy fue mi amor platónico de adolescencia. Todo empezó con algún que otro single heredado. La Question (1971) fue el primer LP que compré. Abría el pequeño maletín. La tapa albergaba el altavoz mono. Me tumbaba en la penumbra de las siestas veraniegas y ponía en marcha el arcaico tocadiscos. La sala se inundaba con su voz. Viens, Même sous la pluie, Mer, La Maison... y ya se quedó en mi vida para siempre.
Acabo de leer en francés su autobiografía. Qué ratos más emotivos. Y una agradable revelación. Además de ser la cantante y la belleza de mis sueños, Françoise es una gran mujer. Je l´aime.
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