Esta media se me resiste. No me acostumbro al calor húmedo (25-28º), y encima viento. Pero lo peor la estrategia.
Me vi delante en la salida y casi sin querer hice los primeros kilómetros por debajo de 4 minutos, justo lo que me había prometido no hacer después de lo del año pasado.
Ligero y fácil, para el km 7 ya empecé a notar que las fuerzas mengüaban; poco a poco, me iban adelantando por todos lados. No me preocupé mucho, pensando que si me dejaba "caer" hasta la media de 4min/km acabaría enganchando el grupetto adecuado.
La subidita de Gros llegando al km 10 ya me iba quemando, pero al paso por la primera vuelta seguía con adelanto.
Y a partir de aquí, todo a peor: calor, agua, esponjas, contra el viento entre el Urumea y La Concha, tubos de escape, en esto que me pilla un grupo y resulta ser el de la liebre de 1:25. ¡La debieron poner a última hora y no me enteré! Si lo llego a saber me hubiera lapado aquí desde el principio, ahora ya me veía muy justito. Aún así lo intenté, pero llegando al km 15 tuve que desistir: todavía quedaba mucho y estaba "quemado".
Sufriendo, con ganas de abandonar, fui tirando como pude hasta el final por ver de frenar la sangría.
Tiempo: 1:27:40 (1ª vuelta 41:35)
Puesto: 226º de 1263 (100º vetam)
En fin, al menos hice minuto y pico menos que el año pasado, pero mi evolución en carrera ha sido casi calcada. Desde luego, no aprendo.
Había entrenado esta carrera específicamente y con ilusión, llegaba fino (63kg) y confiado, quizá las condiciones no eran las mejores, o estoy un poco saturado. El caso es que se me dio mejor la media de Madrid a mitad de temporada. Lo mejor es que descanse un poco y aproveche para darle a la bici con el buen tiempo.
Fin de temporada (salvo compromisos) hasta que llegue el veranito y empiece a ponerme las pilas para el próximo reto, y éste sí es ya más serio: Maratón de Berlín el 30 de septiembre, ¡guau!
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