18.5.14

Vuelta a la Jarosa 10.05.14


Todo lo bueno y bonito que me habían contado de esta sencilla carrera se cumplió. Dos semanas antes estuve entrenando por esta zona y enseguida salieron a relucir sus virtudes: cuestas duras pero no tanto como para tener que subir andando, enormes pinares para resguardarse del sol vespertino, terreno poco técnico por el que lanzarse a tumba abierta en la bajada, el frescor de la sierra y el embalse...
Este año iban muchos compañeros, así que aproveché para disfrutar de la experiencia en grata compañía.

El asunto consistía básicamente en 2km bastante llanos por la zona de los merenderos y el embalse, 4 km de subida y otros 4 km de bajada. A pesar de salir bastante delante, el primer kilómetro estaba un poco atascado y no hacía más que pasar corredores de cualquier manera entre baches y pinos. En el segundo kilómetro, ya más plano, me junté con Rubén Verato, con quien compartí casi toda la carrera. El comienzo de la subida me pilló pues bien posicionado y ya no había manera de tomarse aquello con mucha calma, pues nunca da buena sensación perder posiciones. Además Rubén se iba adelantando, con lo que no había otra, habría que sufrir un poco.




Ritmo no tengo, pero aguante sí, con lo que todo consistía en tener un poco de paciencia y subir siempre con un puntito de contención para no quemarme. Rubén me marcaba el ritmo admirablemente, ni podía pillarle ni se me escapaba. La última parte de la subida era más fea, pues discurría por una carreterilla de mal asfalto con dos fuertes repechos. En el segundo cogí a Rubén, alcanzamos un prado y nos dispusimos a disfrutar de la bajada tendida.

Una gozada. La primera parte con más desnivel, y solo había que mantener la concentración para poder correr casi sin frenar. Luego el desnivel iba moderándose y hacían falta ya fuerzas y ritmo para mantener un poco de velocidad. Aquí fui adelantando a bastantes corredores, pues me encontraba fenomenal.



Y así conseguí acabar en menos de 45 minutos, contento con la experiencia y también con el resultado, quedé el 29 de 500 y además subí al podio de mi categoría para recoger un trofeo, digamos... feucho, ja ja.




¿Mis compis? Pues también corrieron, sí, unos se esforzaron más, otros menos, alguno se cayó, otros se hacían compañía, alguno lo pasó fatal, alguna también subió al podio... pero nada de eso era lo importante. Solo por ir tantos les adjudicaban dos jamones y el objetivo principal era hacer hambre para montar todo un chiringuito tras la carrera y ponerse morado, estos sí que saben ;-)



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