Todos los años me pasa lo mismo. Acabo un maratón, descanso un poco y ya estoy deseando volver a correr fuerte. Y todos los años me ocurre igual: la fuerte carga de entrenamientos para el maratón me pasa factura y me veo obligado a parar por alguna lesión crónica.
En esta ocasión lo más significativo ha sido el pie izquierdo: dolor en el talón, subluxación del cuboides, dolor en otras zonas de la planta... fascitis plantar, supuestamente.
Y claro, ya me conozco, para bien o para mal yo soy así y no lo puedo evitar. Tras unas semanas de inactividad he empezado poco a poco, gimnasio, piscina... pero correr por el bosque aunque sea despacio, respirar aire fresco, sudar, eso es algo que no lo puedo sustituir con nada. Así que, más pronto que tarde, me salto todos mis planes, me pongo las zapas y me echo al monte.
Ya sé que no es lo más conveniente, pero hay una fuerza interior que me obliga a ello. Me levanto por la mañana, preparo la mochila con la culotte, o con el bañador, pero al final acabo trotando por el bosque al solecito del mediodía.
Ante la inevitabilidad de la situación, lo único que me queda es intentar manejarla lo mejor posible. ¿Seré capaz de espaciar las salidas, de no sumar muchos kilómetros, de frenar a los caballos? Lo dudo, ya se verá. Solo mi chasis es capaz de frenarme.
2 comentarios:
Espero que te recuperes pronto, aveces es mejor descansar, dar tiempo para que el cuerpo recupere, y luego volver con las pilas cargadas y sin molestias. Saludos
Inoiz nekatzen al zara? Mila gauza egin daitezke ... zerrenda pasatuko dizut?
Muxu bat, Jaione
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