Lee Anderson, de raza negra pero con apariencia de blanco, decide vengar la muerte de su hermano a manos de racistas blancos. Con minuciosidad obsesiva, trama y lleva a cabo un sobrecogedor plan de violencia física y sexual.
Había leído esta novelita en los 80 y ha sido un placer releerla, esta vez en su versión original. Ligera, fluida, sin pretensiones, todo un acierto para ir disfrutando cada vez más de este increible idioma. Pero todavía no me veo leyendo L'écume des jours. Todo llegará.