En plena ola de calor y a las seis de la tarde... la verdad es que era inhumano. Pero allí estábamos los 16 atletas M50 dispuestos a inaugurar los cincomiles del Campeonato de España, este año en la pista de Alcobendas.
Yo ni había calentado, solo por no exponerme al sol asesino más allá de lo imprescindible. Crema solar, gorra, gafas de sol... y a correr. Salimos, y enseguida me quedo atrás. Desde el prinipio voy cortado, se me van. Giro la cabeza y, efectivamente, voy el último y descolgado. No debería ir más rápido, pero tampoco me hace gracia la situación, así que aprieto lo justo para no perder mucha distancia.
El primer kilómetro lo paso en 3:50. Demasiado rápido, pues es un ritmo que sé que no puedo mantener. Pero sigo último. Bueno, alguno parece que ya pierde comba, así que eso me entretiene un rato. Consigo adelantar dos puestos, y eso va a ser todo. Desde el km 3 el ritmo baja, y el último km se me hace eterno, durísimo. Ni fuerzas para apretar al final, y entro agobiado en 19:58.
Tardé mucho en recuperarme del golpe de calor y las altas pulsaciones. Me bajó incluso la tensión mientras bebía aquarius. Al final todo fue volviendo al orden y nos quedamos un buen rato viendo las siguientes carreras. La de los mayores de 60 tuvo cinco abandonos, con momentos dramáticos de desfallecimiento en la pista.
En fin, entre el calor y lo mucho que me cuesta mantener un ritmo últimamente, desastre total. Y a seguir entrenando. Ayer hice algo de ritmo a las siete de la mañana, mucho mejor. Y hoy 16 km en compañía, al final de nuevo con flojera y el sol empezando a apretar. Aupaaaaaaa.