14.9.20

Ordesa (Manuel Vilas, 2018)


 Puede que un hombre acabe al final por enamorarse de su propia vida. Eso es lo que me está pasando, me lleva pasando desde hace unos meses. Mi alma vuelve a las regiones de la ebriedad del enamoramiento. La ebriedad la llevas de nacimiento. Lo que no podía imaginar es esta reconciliación conmigo mismo. Igual eso fue lo que encontró Rachma: que estaba mucho mejor solo que con familia. Porque puede que al final quien acabe derrotada sea la soledad. Y puede que al final descubras que el único ser humano que no es un coñazo absoluto eres tú mismo.

Tal vez eso sea la excelencia de la identidad: llegar a bastarte para todo.

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